La aparición del coronavirus ha obligado la vida en cuarentena y ha desencadenado una serie de rutinas a las cuales nuestro organismo no estaba habituado: el sedentarismo, el uso excesivo de redes sociales y medios electrónicos y el consecuente rompimiento de nuestras relaciones sociales habituales, son solo algunas de ellas.

Hoy, cuando se distienden medidas y restricciones tomadas para evitar momentos de contagios masivos, nos encontramos con nuestros hábitos (laborales, familiares, afectivos) trastocados, lo cual tiene incidencias en nuestra salud física y mental.

Las recomendaciones de los especialistas indican que debemos asumir el control de al menos 5 áreas para cuidar nuestra salud:

  1. Mantenernos activos.
  2. Cuidar nuestra salud mental y la de nuestros familiares.
  3. Dejar o reducir el consumo de alcohol y tabaco.
  4. Comer de manera saludable.
  5. Asumir una conducta apropiada con nuestra economía.

Lo más recomendable es que, antes de finalizar el año, se tomen un tiempo y realicen un chequeo general de salud a toda la familia.

Si poseemos enfermedades crónicas o predisposición a padecer alguna de ellas, es muy importante hacernos revisar por un especialista. En caso de las integrantes femeninas de la familia es muy recomendable no dejar pasar el año sin realizarse el chequeo anual de senos y la visita rutinaria al ginecólogo.

Una nueva conducta que podríamos adoptar como resultado de la pandemia es la visita o consulta preventiva de salud. Tener un médico de confianza o de cabecera que evalúe la salud familiar y recomiende, en caso de ser necesario, la atención de un especialista podría ahorrarnos momentos de angustias y aprietos económicos.

Nadie, absolutamente nadie quiere enfermarse en estos días. Y para mantenernos sanos es importante asumir las 5 áreas nombradas anteriormente acompañadas de la evaluación médica.

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