La proximidad de las lluvias, además del alivio del incesante calor, nos trae la floración de la mayoría de los árboles y arbustos y con ella las alergias.
Esta floración si bien embellece y exalta el paisajismo afecta significativamente el sistema inmunológico y respiratorio de buena parte de los habitantes de las ciudades. Picor en la nariz, estornudos, pruritos, inflamación de las mucosas, son solo algunos de los síntomas de este padecimiento que afecta a por lo menos el 20 % de la población mundial.
¿Qué es la alergia?
La alergia, es una respuesta exagerada del organismo a ciertas sustancias que en otras personas no causan ninguna alteración, pero que a los alérgicos les provoca unos síntomas característicos. Estas sustancias se llaman alérgenos y pueden ser alimentos, medicamentos, pieles de animales, hongos, sustancias químicas y, a los que nos vamos a referir hoy aquí, pólenes.
Cuando una persona alérgica entra en contacto con la sustancia a la que es alérgico, produce un tipo especial de anticuerpos que se denomina IgE. Posteriormente, cuando el alérgeno vuelve a entrar en contacto con el paciente, se une a esa IgE y provoca la liberación de diversas sustancias, sobre todo de histamina, que son las que nos van a causar los síntomas.
El niño que en época de pólenes comienza con síntomas en nariz y ojos es bastante probable que sea alérgico, aunque no siempre es fácil distinguir la alergia del catarro común
Los síntomas provocados por la alergia a pólenes tienen carácter estacional y son más frecuentes en épocas de floración y polinización.
¿Qué síntomas provoca?
Como ya hemos dicho, las alergias respiratorias van a provocar molestias en la nariz, con moco claro, goteo nasal, picor y estornudos, y también en los ojos, picor, enrojecimiento y lagrimeo. En algunos pacientes puede haber síntomas de asma con dificultad respiratoria.
El niño que en época de pólenes comienza con síntomas en nariz y ojos es bastante probable que sea alérgico, aunque no siempre es fácil distinguir la alergia del catarro común. Cuando los síntomas empeoran al hacer actividades al aire libre, en días soleados y mejoran en días de lluvia, la probabilidad de que se trate de alergia aumenta.
¿A quién hay que hacer pruebas de alergia?
Se pueden hacer a cualquier persona que tenga síntomas sospechosos, independientemente de la edad; se pueden hacer a cualquier edad, pero las alergias respiratorias por debajo de los 2 años son muy raras.
Hay dos tipos de pruebas, las que se hacen en la piel (prick test) y las que se hacen en sangre, que nos dan la cantidad de IgE específica para cada sustancia.
¿Qué tratamientos hay?
Hay 2 tipos de tratamientos, siempre prescritos por un médico, los que se utilizan para controlar los síntomas y los que tratan de ir al origen de la enfermedad para curarla.
Entre los primeros, los más utilizados son los antihistamínicos, los corticoides nasales y, en caso de asma, los broncodilatadores.
El segundo grupo, son las llamadas “vacunas” de la alergia, más propiamente llamada inmunoterapia. Consiste en administrar cantidades crecientes de un extracto de la sustancia a la que se es alérgico, para ir provocando la tolerancia del organismo a ella. Está indicada cuando no se puede evitar el contacto con el alérgeno y este es claramente responsable de los síntomas.
¿Puedo hacer algo para estar mejor?
- Evitar la exposición a agentes alérgenos como el polen, los hongos ambientales, los ácaros de polvo o los epitelios de algunos animales sería así una medida a tener en cuenta para evitar un ataque de asma. En el caso de que una persona no esté diagnosticada pero sospeche que puede tener alergia a alguno de estos factores, es recomendable que acuda al alergólogo.
- Otra precaución que deben tomar las personas alérgicas es evitar realizar ejercicios intensos en época de polinización, ya que pueden dificultar la respiración y derivar en una crisis de asma.
- En caso de rinitis, es aconsejable vigilar la aparición de cualquier indicio asociado con el asma (pitidos, fatiga, etcétera), ya que este tipo de alergia con frecuencia genera esta enfermedad.
- Cuando una persona está ya diagnosticada de alergia, debe permanecer alerta ante cualquier indicio de agravamiento de los síntomas y acudir al médico en caso de empeoramiento.