La obesidad es un padecimiento en ascenso en la humanidad. Cada vez más personas son consideradas obesas debido, principalmente, a desórdenes alimenticios: dietas empobrecidas en proteínas y ricas en azúcares y carbohidratos.
Otras razones son de índole endocrinas o psicológicas, sin embargo, las alarmas deben encenderse cuando nuestro Índice de Masa Muscular (IMC) supera el grado o marcador 25, siendo un caso extremo cuando un paciente alcanza los 40 o mas grados de IMC, es ahí cuando se considera al mismo elegible para una cirugía bariátrica.
El Centro Clínico Valentina Canabal, cuenta con un excelente equipo profesional especializado en cirugía bariátrica. Esta operación, llegado el caso, se hace necesaria y resulta indispensable contar con el respaldo de un equipo médico con experiencia y adiestrado en las últimas innovaciones y tecnologías aplicadas a esta sub especialidad de la medicina.
Cirugía Bariátrica.
Existen numerosos métodos para perder peso. Las personas que ven en la cirugía bariátrica una respuesta a su problema de sobrepeso, es porque todos los métodos existentes para recuperar y mantener un peso saludable han fallado. En este caso es indispensable conocer el porqué del fracaso de estos esfuerzos para evitar un nuevo fracaso con la cirugía.
La Cirugía Bariátrica es el recurso quirúrgico (invasivo o no) con el que cuenta la medicina para “obligar” a una persona a perder peso y recuperar estándares de salud que permitan garantizar su vida.
Es una cirugía compleja con muchos beneficios y riesgos, pero altamente necesaria por los efectos colaterales que la obesidad mórbida causa en los pacientes. Desde físicos (que pudieran llegar a la incapacidad) hasta psicológicos que pudieran hacer de estos casos prácticamente incurables. Esa doble vertiente debe ser estudiada por el médico tratante para garantizar el mayor grado de éxito de la intervención.
Te invitamos a conocer más sobre este tema:
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Para que un persona sea candidato(a) para poder realizarse una cirugía para perder peso, debe cumplir con estos requisitos:
Tener un IMC > 40
Tener un IMC > 35 y padecer de alguna enfermedad (colesterol, hipertensión, diabetes, problemas de articulaciones, reflujo, etc.) El IMC (índice de masa corporal) se calcula dividiendo el peso entre la estatura al cuadrado.
Tener entre 18-60 años
No tener ninguna contraindicación para la anestesia general
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Hay 3 tipos de cirugías:
- Banda Gástrica
- Manga Gástrica
- Bypass Gástrico
Para determinar el tipo de cirugía ideal para el paciente, el médico debe valorar los antecedentes médicos del paciente, cirugías previas, así como el resultado de la gastroscopia que el paciente debe realizarse previo a la cirugía.
La gastroscopia es un examen que nos proporciona información tan valiosa como el hecho de si el paciente presenta una hernia hiatal, reflujo, pólipos gástricos etc. Estos hallazgos influyen sobre el tipo de cirugía que se recomienda al paciente.
Hay varios enfoques para la cirugía bariátrica, pero todos los procedimientos son malabsortivos, restrictivos o una combinación de los dos.
Los procedimientos malabsortivos cambian la forma en la que funciona el aparato digestivo. Los alimentos se redirigen sin pasar a través de una amplia porción del estómago y del intestino delgado que absorbe algunas calorías y nutrientes. Estos procedimientos se conocen como procedimientos de «bypass» o derivación gástrica.
Los procedimientos restrictivos reducen enormemente el tamaño del estómago para que contenga menos alimentos, pero el resto de las funciones digestivas se mantienen intactas.
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La pérdida de peso es paulatina, la mayor pérdida de peso se da frecuentemente en el primer mes (aproximadamente 5-20 kilos). Esta mayor perdida de peso también está relacionada con el cambio en la alimentación que se presenta en el primer mes (en la primera semana se ingiere liquido, en la segunda se avanza a licuados, y así paulatinamente pasando por la comida papilla y finalmente blanda).
El paciente debe contar con la colaboración de una nutricionista experta en el manejo de este tipo de cirugías, porque no es poner al paciente a dieta sino mas bien comer alimentos que cambian de una consistencia liquida hasta solida (evitando la deshidratación y desnutrición).
El peso ideal del paciente se alcanza aproximadamente entre el primer año después de la cirugía, incluso hasta 2 años, según el peso inicial.
Los últimos alimentos que frecuentemente se toleran son las carnes rojas, arroz y las pastas pero esto va a variar entre paciente y paciente.
Múltiples estudios han demostrado que la pérdida de peso mejora aspectos tan importantes en el paciente como lo es: el empleo, autoestima, actividad física, relaciones sexuales y sociales.
Meses después de la cirugía, el tratamiento médico de enfermedades como hipertensión, diabetes, colesterol, etc. se disminuye y pueden llegar a suspenderse en su totalidad.
[/su_tab] [su_tab title=»Riesgos» disabled=»no» anchor=»» url=»» target=»blank» class=»»]
Cada procedimiento tiene complicaciones propias de la cirugía, pero en general los riesgos son los siguientes:
- Sangrado
- Infección de la heridas quirúrgicas
- Trombosis (coágulos en las piernas)
- Fuga
- Infección pulmonar, urinaria
- Obstrucción intestinal
- Deficiencias nutricionales
- Reflujo gastroesofágico
- Úlcera sangrante
[/su_tab] [su_tab title=»Contraindicaciones» disabled=»no» anchor=»» url=»» target=»blank» class=»»]
- La primera contraindicación absoluta es el embarazo y la lactancia; la mujer debe esperar el término de estos estados para someterse a una reevaluación.
- La edad inferior a 18 años es un criterio elástico.
- El coeficiente intelectual bajo no contraindica la intervención en forma absoluta, pero obliga a plantear el tipo de intervención que se va a practicar, ya que con una cirugía bariátrica de tipo restrictivo, por ejemplo, seguramente el paciente va a sufrir mucho.
- El comportamiento alimentario de tipo bulímico compulsivo es una contraindicación absoluta, a menos que se resuelva y permita que se reevalúe al paciente.
- En caso de patología subyacente grave, como neoplasias o enfermedades sistémicas, es mejor abstenerse de intervenir. Si la neoplasia desapareciera, al cabo de cuatro o cinco años se podría replantear el caso.
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[su_box title=»Importante» box_color=»#1acee3″]Muchos obesos creen, al parecer, en milagros, pues esperan perder mucho peso en muy poco tiempo y sin ningún esfuerzo personal, cosa que ningún médico está en condiciones de ofrecer. El profesional debe convencer al paciente de que puede perder peso, pero en forma lenta, moderada y con un esfuerzo personal importante, que deberá mantener prácticamente por el resto de su vida. Los pacientes que esperan una operación milagrosa que mejore su salud y su calidad de vida, como si fuera una varita mágica, deberán comprender que la cirugía no es más que un instrumento para el objetivo de perder peso y que puede ser muy útil, pero siempre que se sepa manejar, como cualquier otro instrumento. Si alguien intenta manejar un instrumento musical sin conocimiento ni experiencia, en vez de música va a obtener sólo ruidos. Lo mismo puede decirse en el caso de la cirugía: si este instrumento no se usa bien sólo se van a manifestar los inconvenientes de la cirugía y no se va a poder disfrutar de ninguna ventaja. Es muy importante aclarar esto desde el primer momento.(www.medwave.cl)[/su_box]
[su_service title=»Antecedentes históricos de la cirugía bariátrica» icon=»icon: bullhorn» icon_color=»#73f4f5″]Aunque suele presentarse como una técnica moderna, la historia de la cirugía bariátrica es muy antigua. Las primeras observaciones datan de los años 1930 a 1940, época en que se describió la pérdida de peso que sufrían los pacientes sometidos a resecciones gastrointestinales masivas, debido a una oclusión vascular o a un cáncer. En 1950, Kremen, de Minneapolis describió la pérdida de peso de los individuos que sufrían acortamiento del tubo digestivo y en 1952, Henriksson, de Suecia, observó hechos similares. La primera publicación data de 1954, cuando el mismo Kremen publicó, en el Annals of Surgery, el primer caso de bypass yeyuno-ileal. Posteriormente, en 1963, Payne publicó el primer estudio prospectivo realizado en diez pacientes portadores de un shunt yeyunocólico, en el American Journal of Surgery. A partir de los años 80 se comenzaron a publicar múltiples artículos que demostraban la utilidad de la cirugía bariátrica en pacientes obesos, según la experiencia de autores como Mason, Payne y Scopinaro).[/su_service]
Textos consultados y tomados de: www.stanfordchildrens.org, www.contigosalud.com, www.medwave.cl, www.aquas.gencat.cat